miércoles, 5 de septiembre de 2007

Recordando, que paso con ellos?

Fué el 26 de Marzo de 2007, en Vecindario. Patrullas de ciudadanos buscaban removiendo cielo y tierra al aun desaparecido Yéremi. En agujero oculto tras unas planchas de metal oyeron moverse algo, rápidamente quitaron cuanto les impedía acceder a un agujero en la tierra, antiguo pozo negro en des huso. Por desgracia no era Yéremi, hubiera sido lo mejor, sin embargo a su frustración por no encontrar al pequeño se le sumo que lo que yacía bajo tierra, en el pestilente subsuelo eran unos seres vivos. Concretamente dos perros, o al menos lo que quedaba de ellos.
Este caso fue recogido por los medios de televisión y hoy como Veterinario que participó en un primer momento a estos animales, quiero dar más información y concluir el caso, si es posible.

Dicho 26 de Marzo, me encontraba saliendo del turno de la mañana en la clínica donde en ese momento trabajaba, cuando unas reporteras de "España directo" nos comentaron el caso, querían una primera exploración y opinión personal y profesional. Por supuesto atendí a los animales en un primer momento y esta fue mi opinión (soy el veterinario que va vestido de rojo granate)

Puedes ver el vídeo aquí (VER VÍDEO)

Como se puede comprobar los pobres animales estaban en un estado lamentable, si bien el perrito negro no solo estaba en unas condiciones físicas terribles, sino que además mentalmente se encontraba en "otro lado". Ese es un mal que dificilmente se puede tratar a corto plazo, no existen fármacos que mejoren ese desanimo, esa rendición ante la lucha diaria de vivir. Y sin embargo, demostrado está, que muchas veces es la diferencia entre sobrevivir a una enfermedad o perecer ante ella. Casos en medicina humana los hay a miles.
El canelo físicamente se encontraba practicamente igual o incluso en un juicio posterior dictaminamos que algo peor, pero animicamente estaba mejor.

Posteriormente tuve que dejar el caso, pues al día siguiente los animales marcharon al hospital veterinario de la facultad, por ser este un hospital, si bien no publico, al menos no es completamente privado y en vista de que los medios estaban haciendo publicidad del caso, no era conveniente que una clínica de capital y beneficio privado fuese la que llevara el caso, por supuesto cuestión política principalmente.

Lo cierto es que por compañeros del hospital seguí en la medida de lo posible este caso, y hoy pasado un tiempo quiero que quien este interesado sepa como acabo la noticia, pues pasado el revuelo inicial, y como suele ocurrir, la noticia dejo de ser interesante y nunca mas se supo de ellos.

El perro canelo, que yo particularmente había bautizado como Esperanza, un poco en broma un poco en serio, presentaba una alteración gástrica severa. Fue sometido a múltiples pruebas y se paso mucho tiempo, aunque a buen seguro menos del que paso en ese infierno, hospitalizado. Sobrevivio y hasta el punto donde sé ya tiene familia, la tuvo al poco de conocerse la noticia, pues estos animales de recuperarse rara vez tienen problemas de adopción.
Sin embargo, peor le fue para el perro negrito. Presentaba una alteración respiratoria complicada con una septicemia grave. Dosis enormes de antibiótico y múltiples pruebas terapéuticas y diagnosticas mas, pero no mejoraba. Pasaba el tiempo y el animal no respondia al tratamiento. Su compañero salia del agujero y el se introducía cada vez mas en un abismo mas oscuro que el abismo del que fue rescatado, el resultado fue que mis compañeros veterinarios tuvieron que aplicar la ultima terapia posible, una terapia paliativa que tenemos, gracias a dios, en nuestras manos, pero que jamas queremos usar. La eutanasia. El animal en vista de su sufrimiento y nula mejoría tuvo que ser eutanasiado para evitarle mas dolor, ya mucho le habían echo pasar en vida como para seguir manteniéndolo entre nosotros.

Tan inevitable es ponerse en la piel del pobre animal en esa cárcel, en ese enterramiento en vida, como lo es querer lo peor para el culpable de tal atrocidad. Particularmente creo que lo primero es un sentimiento importante en todos nosotros, la empatia, el veterinario muchas veces empatiza con el cliente e incluso con el paciente. Sin embargo el segundo es ira, mal sentimiento incluso en estos casos, una vez pasada la ira inicial, hay que analizar, que si bien lo mejor no habría sido castigar ojo por ojo diente por diente, ni mucho menos, al "presunto" culpable. Si al menos, no permitir que este saliera impune tan facilmente, pues como dijo Gandhi "El progreso moral y desarrollo de una nación se puede medir en la forma de tratar a sus animales".

Muchas gracias por leer esta opinión personal, el blog continuará con cosas mas alegres e interesantes proximamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro por Esperanza pudo salvar su vida y encontrar una familia, me da mucha pena por el negro y asta me saltan las lagrimas ver que por culpa de un desalmado un animal terminase asi cuando ellos solo quieren dar amor.
Espero que a esa persona le remueva la consiencia y deseo de todo corazon que la gente tome consiencia y deje de tratar a los animales como juguetes u objetos viejos.