jueves, 26 de abril de 2012

10 beneficios de mantener limpios los dientes de tu mascota


Beneficios de la limpieza de boca 
Como todos sabemos, no todas las mascotas se dejan hacer un cepillado de dientes frecuentemente. Es por esta razón por la que pasados los años, se manifiestan los problemas como consecuencia de una mala higiene bucal: halitosis, placas de sarro, gingivitis, pérdida de dientes e incluso dolor a la masticación. 
¿Por qué aparecen estos problemas? A diferencia nuestra, al no poder lavar los dientes a diario a nuestra mascota, los restos de comida se van acumulando entre los dientes, lo cual conlleva a la formación de placa bacteriana sobre el esmalte.  A medida que el proceso avanza, se ven afectadas también las encías (produciéndose inflamación y retracción de las mismas), así como el hueso y las estructuras de sostén del diente, dando lugar a la llamada enfermedad periodontal.  
Ante esta situación, lo recomendable es hacer una limpieza de boca por ultrasonidos bajo sedación.  ¿Y por qué debo decidirme a hacer una limpieza dental? ¿Cuáles son los beneficios? A continuación te mostramos una lista con las 10 razones por las que hacer una limpieza dental a tu mascota:
  1. La técnica por ultrasonidos permite la correcta limpieza de todos los dientes de nuestra mascota y al hacerla bajo sedación se evita que el animal pueda deglutir los trozos de placa que se desprenden durante la limpieza. 
  2. Se elimina el sarro de los dientes, de tal forma que eliminamos la fuente de infección.
  3. Una mala higiene bucal favorece la aparición de abscesos periodontales, lo cual es una fuente de bacterias que pueden diseminarse al resto del cuerpo y afectar a otros órganos.
  4. Se elimina el mal aliento. 
  5. Las encías recuperan su estado de salud normal, desapareciendo la inflamación y el sangrado. 
  6. Desaparece el dolor durante la masticación.
  7. Si nuestra mascota había dejado de comer por el dolor que le producía la masticación, tras la limpieza podrá comer con el apetito habitual, incluso aunque se hayan perdido algunas piezas dentarias durante la limpieza. 
  8. Realizar una limpieza  a tiempo cuando sólo existe un poco de sarro, evita que posteriormente se puedan ver afectadas las estructuras de sostén del diente, de tal forma que se puede prevenir la pérdida de dientes. 
  9. Una vez hecha la limpieza, y adoptando posteriormente las medidas higiénicas de prevención adecuadas, se puede prevenir el nuevo acúmulo rápido de sarro. 
  10. Estéticamente, el aspecto de la boca de su mascota mejorará, luciendo dientes sanos y blancos. 

domingo, 22 de abril de 2012

Vetandpet en código QR

Tal como avanzan los tiempos es importante estar a la última por eso Vet&Pet tiene ya su propio código QR. De esta forma se puede acceder directamente a la web usando cualquier dispositivo smarphone con tan solo capturar el código.

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domingo, 1 de abril de 2012

Otohematoma en veterinaria.


Otohematoma: ¿un quebradero de cabeza para el veterinario?
Cuando nos llega un otohematoma a consulta, lo primero que pensamos antes de su tratamiento es: ¿habrá o no recidiva? Éste es uno de los principales aspectos que ponemos en conocimiento del propietario desde la primera consulta, y es que en muchas ocasiones el tratamiento del otohematoma se nos complica más de lo esperado.
Éste ha sido uno de los temas a tratar en el congreso de AMVAC (Asociación madrileña de veterinarios de animales de compañía), celebrado a principios de este mes en Madrid. Allí hicieron especial hincapié en que para obtener buenos resultados de la técnica quirúrgica empleada para resolver el otohematoma, es necesario hacer un drenaje continuo y bien distribuido en la oreja. 
Como sabemos, los otohematomas se producen entre la piel y el cartílago auricular de la parte cóncava de la oreja. El cartílago auricular está recubierto por el pericondrio el cual está fuertemente adherido a la piel de la superficie cóncava de la oreja, de tal modo que queda poco espacio para que se puedan formar los otohematomas. Cuando se producen es porque ha tenido lugar una ruptura intracondral o subpericondral que da lugar a la formación de un coágulo. En un intento de eliminar ese coágulo, se liberan condroblastos procedentes del pericondrio y fibroblastos del tejido conjuntivo, de tal modo que forman una matriz y se convierten en condrocitos y fibrocitos. La característica deformación del pabellón de la oreja en estos casos, se produce porque el cartílago auricular se dobla alrededor de ese cartílago y tejido fibroso recién formado. Si este proceso se cronifica por ejemplo por autotraumatismo o bien porque inicialmente no se hace un drenaje adecuado, puede conllevar a una reacción cicatricial más intensa y con más formación de cartílago, dando lugar al famoso aspecto de oreja en coliflor. 
Para evitar llegar a esto, se recomienda drenar cuanto antes el otohematoma, desde su primera aparición (caso de otohematoma agudo), y una de las nuevas técnicas que nos asegura un excelente drenaje y además ofrece mejor protección de las superficies que van a cicatrizar es la técnica del punch de Baker, utilizando un punch de 3 – 5 mm en función de si son perros de raza pequeña o grande.
 Primero se afeita y se prepara asépticamente la oreja y luego nos disponemos a hacer agujeros con el punch en la cara interna de la oreja donde se encuentra el otohematoma con el objetivo de drenarlo. Los agujeros deben estar separados entre sí  1 -1,5 cm y no se pueden hacer a menos de 1 cm de los márgenes de la oreja.  Una vez drenado, se suturan los agujeros realizados con sutura no reabsorbible del 4/0 y aguja triangular. A la hora de hacer la sutura, se inserta la aguja de modo que se coja un trozo de cartílago y se acerque a la piel, sacando la aguja a través de la piel en la parte cóncava de la oreja, y se anuda la sutura. Se recomienda no suturar de lado a lado de la piel porque puede provocar dermatitis. 
Por último, se procede a hacer el vendaje: para ello se pone esparadrapo en los bordes de la oreja, y se suturan las esquinas de dicho esparadrapo a la cabeza, para finalmente “forrar”  con vendas la oreja sobre la cabeza. El vendaje se debe sustituir por otro nuevo a las 24 horas de haber hecho el primero, y se volverá a renovar a los 4-5 días de haber puesto el segundo. Si el animal cabecea o hace por rascarse, es preferible mantener el vendaje hasta que se quiten los puntos 3 semanas después de la cirugía. 
Finalmente, recordar que esta técnica del punch de Baker se recomienda para casos de otohematomas agudos, existiendo otras múltiples técnicas quirúrgicas como la de la incisión en la parte central de la cara interna de la oreja (muy recomendada para otohematomas cronificados) entre otras. 
Sin embargo, sea cual sea la técnica utilizada, el éxito o fracaso en la resolución de un otohematoma dependerá de si hemos tomado las medidas higiénicas adecuadas previas a la cirugía, si somos capaces de controlar la inflamación post-quirúrgica, de vaciar completamente el otohematoma y de asegurar que haya un continuo drenaje del mismo. Controlando estos aspectos, podemos estar prácticamente seguros de que el otohematoma en cuestión no nos volverá a molestar.