miércoles, 30 de noviembre de 2011

Intoxicación de gatos por antiparasitarios.


De toda la vida se ha dicho que perros y gatos son como la noche y el día, de ahí su supuesta “mala relación”. Sin embargo, en ocasiones, estos felinos caen en manos de dueños que piensan que en lugar de un gato tienen un perro pequeño, alimentándolos y tratándolos como tal, sin darse cuenta de que le están haciendo un flaco favor. 
De los muchos aspectos que podría abarcar este tema (alimentación, educación, medicamentos, …), aquí se va a detallar el mal uso de los antiparasitarios de perros en gatos. Y es que no son pocos los casos de gatos intoxicados por este tipo de productos. De hecho, los antiparasitarios externos suponen en el gato casi la mitad de las intoxicaciones, siendo los piretroides (en especial la permetrina) el principal compuesto. 

La permetrina es una neurotoxina que se une a los canales de sodio abiertos en la superficie de las células nerviosas, ocasionando el bloqueo de la conducción de impulsos porque no se produce la despolarización correcta de la membrana. Es por esta razón por la que los principales síntomas que se aprecian en casos de intoxicación por permetrina son nerviosos, siendo en el gato hiperexcitabilidad nerviosa y neuromuscular: convulsiones, ataxia, tremor muscular, hiperestesia, …Otros síntomas frecuentes son vómitos, fiebre, pupilas dilatadas, postración e hipersalivación. Suelen aparecer entre 1-6 horas tras la exposición al producto, dependiendo de la dosis y vía de administración (lamido, aplicación cutánea, …).  
La glucoronidación es una de formas de metabolizar la permetrina en el hígado, y quizás sea éste el motivo por el que los gatos son tan sensibles a esta sustancia, y es que los felinos tienen una deficiencia de la enzima hepática glucuronosil transferasa.
¿Dónde podemos encontrar la permetrina? En muchos de los productos destinados a desparasitar a los perros, tales como collares antipulgas, sprays o pipetas. Éstos pueden venderse en clínicas veterinarias, tiendas de animales o supermercados, siendo este último caso el peor de todos, pues el dueño no dispone de alguien que le aconseje cuál es producto apropiado para desparasitar a su gato, y se puede dejar llevar por otros factores, tales como el económico. 
La mayoría de estos casos de intoxicación ocurren al aplicar en nuestros gatos productos de desparasitación que son exclusivos para perros (ya que son muchos los dueños que creen que esa advertencia no tiene importancia), por equivocación a la hora de aplicar el tratamiento antiparasitario cuando tenemos perros y gatos en casa conviviendo juntos, o también por lamido por parte del propio gato del producto aplicado sobre el perro. 
Dicho esto, seamos conscientes del correcto uso de este tipo de productos, leyendo atentamente las indicaciones y advertencias que suelen venir en los envases, y siempre, siempre, siempre, dejándonos aconsejar por nuestro veterinario. 

Raquel Garcia Rodriguez. DVM.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Estrenamos imagen

Las nuevas tecnologías cambian y debíamos añadir algo de movimiento y un aspecto mas moderno a nuestro blog. Por ello hoy, después de muchas pruebas, cambiamos nuestra imagen.

Quizás al principio os parezca algo mas compleja, es dinámica y cambia según tus opciones.

Te enseñamos brevemente como puedes navegar, como ves en la imagen principal tienes un menú de navegación en la parte superior. En cada una de las opciones se te mostrará el blog de una forma diferente, ordenada por temas, en imágenes, por tiempo, por fecha de publicación. Especialmente interesante el modo FLIPCARD y SNAPSHOP, en el primero podrás ordenar TODAS NUESTRAS PUBLICACIONES POR FECHA, AUTOR o TEMA, y en el segundo podrás ver una imagen de presentación de cada tema.

Esperamos que esta nueva imagen sea de vuestro agrado, y sigamos contando con vuestra visita mensual, ya somos 3500 visitantes al mes, MUCHAS GRACIAS.

Lo que os aseguro que no cambiaremos será la calidad de nuestras publicaciones. Medicina Veterinaria para veterinarios y mascotas.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Neoplasias mamarias en gata

NEOPLASIAS MAMARIAS EN GATA
Hoy, como cualquier otro día, nuestra gata se nos acerca buscando mimos, y cuando le acariciamos el abdomen notamos un pequeño bulto a nivel de las mamas. Un pensamiento habitual es: “del resto la noto perfecta, voy a esperar a ver si desaparece sólo o si aumenta de tamaño”. Lo que muchos no saben, es que de esta forma estamos favoreciendo que se desarrolle un posible tumor de mama.
Las neoplasias mamarias son el tercer tipo de tumor más frecuente en gatas (después de los tumores cutáneos y los hematopoyéticos), y en el 85% de los casos son malignas. Su riesgo de aparición aumenta a partir de los 6 años de edad, y se ha detectado una mayor incidencia en gatas de raza siamesa.
Se ha comprobado que su desarrollo está ligado a un factor hormonal, siendo las hormonas sexuales las más importantes. Así pues, los estrógenos y la progesterona estimulan el crecimiento ductal, el desarrollo del epitelio mamario y la hiperplasia de células secretoras y mioepiteliales. Es por esta razón, por la que se recomienda hacer la ovariohisterectomía (OVH) a aquellas gatas que no estén destinadas a la reproducción, si bien, el efecto de la misma depende de la edad y del número de celos anteriores a la OVH. La esterilización precoz antes de cumplir el primer año de vida, reduce en un 91% la aparición de estas neoplasias.
Sin embargo, no sólo las hormonas endógenas inducen el desarrollo de tumores; también los tratamientos hormonales empleados para inhibir el celo (progestágenos como el acetato de megestrol) aumentan el riesgo de aparición.
¿Cómo se manifiestan estos tumores? Son de presentación muy variada: pueden ser duros, blandos, quísticos, de tamaño variable y con crecimiento rápido o lento en función del tipo de tumor. Pueden estar adheridos o no a planos profundos, y ser de presentación única o múltiple. No tienen predilección por alguna glándula mamaria en concreto, con lo cual, todas se pueden ver igual de afectadas, y en un 25% de los casos se observa ulceración en los nódulos. Al ser tan elevada la incidencia de malignidad, la metástasis por vía linfática en los ganglios regionales y finalmente en otros órganos como el pulmón, es muy frecuente.
Su diagnóstico se confirma mediante biopsia escisional, y además es importante realizar radiografías de tórax y ecografías de abdomen para detectar posibles metástasis. La aspiración con aguja fina para citología, no nos da un diagnóstico definitivo, pero nos ayuda a diferenciar de otros procesos como la mastitis o la hiperplasia fibroepitelial, donde las mamas se observan edematosas y de color rojizo. Ésta última aparece mayoritariamente en gatas jóvenes inmediatamente antes o después del primer o segundo celo, aunque también puede aparecer en gatas adultas. La citología también es importante para evaluar el grado de afectación ganglionar.
La principal forma de combatir estas neoplasias es con tratamiento quirúrgico y ha de realizarse cuanto antes, de ahí la importancia en su rápida detección. Debido a la malignidad de la mayoría de estos procesos, se recomiendan cirugías radicales, con amplios márgenes alrededor del nódulo, de unos 2-3 cm como mínimo. No están indicadas las nodulectomías, siendo la cirugía de elección la mastectomía completa, sobretodo si los nódulos miden más de 3 cm de diámetro. Si estuvieran las dos cadenas mamarias afectadas, se realiza mastectomía bilateral, dejando pasar unas 2-3 semanas entre una cirugía y otra, para favorecer la liberación de tensiones y una cicatrización óptima. Cuando exista metástasis únicamente está indicada la cirugía con fines paliativos (si los nódulos están ulcerados o excesivamente grandes).
La eficacia de la quimioterapia en las neoplasias mamarias no es muy alta, y sólo se recomienda como adyuvante post quirúrgico o tratamiento de las metástasis, siendo los quimioterápicos de elección la doxorrubicina y la mitoxantrona.
El tiempo de supervivencia de nuestra mascota una vez diagnosticado el tumor depende de muchos factores: edad, características histológicas del tumor, afectación ganglionar… Entre ellos está el tamaño del tumor: así pues, si mide entre 1-2 cm de diámetro, la supervivencia es de unos 36 meses; si mide 2-3 cm, 15-24 meses; y si es mayor de 3 cm, se reduce a 4-6 meses post-cirugía.
Con lo cual, es importantísima la rápida detección de nódulos mamarios y acudir inmediatamente al veterinario sin esperar a ver qué sucede. Y recuerde, si no tiene intención de cruzar a su gata, realice la OVH lo antes posible. Seguro que su mascota se lo agradecerá.

Raquel García Rodríguez. DVM.