jueves, 3 de noviembre de 2011

Neoplasias mamarias en gata

NEOPLASIAS MAMARIAS EN GATA
Hoy, como cualquier otro día, nuestra gata se nos acerca buscando mimos, y cuando le acariciamos el abdomen notamos un pequeño bulto a nivel de las mamas. Un pensamiento habitual es: “del resto la noto perfecta, voy a esperar a ver si desaparece sólo o si aumenta de tamaño”. Lo que muchos no saben, es que de esta forma estamos favoreciendo que se desarrolle un posible tumor de mama.
Las neoplasias mamarias son el tercer tipo de tumor más frecuente en gatas (después de los tumores cutáneos y los hematopoyéticos), y en el 85% de los casos son malignas. Su riesgo de aparición aumenta a partir de los 6 años de edad, y se ha detectado una mayor incidencia en gatas de raza siamesa.
Se ha comprobado que su desarrollo está ligado a un factor hormonal, siendo las hormonas sexuales las más importantes. Así pues, los estrógenos y la progesterona estimulan el crecimiento ductal, el desarrollo del epitelio mamario y la hiperplasia de células secretoras y mioepiteliales. Es por esta razón, por la que se recomienda hacer la ovariohisterectomía (OVH) a aquellas gatas que no estén destinadas a la reproducción, si bien, el efecto de la misma depende de la edad y del número de celos anteriores a la OVH. La esterilización precoz antes de cumplir el primer año de vida, reduce en un 91% la aparición de estas neoplasias.
Sin embargo, no sólo las hormonas endógenas inducen el desarrollo de tumores; también los tratamientos hormonales empleados para inhibir el celo (progestágenos como el acetato de megestrol) aumentan el riesgo de aparición.
¿Cómo se manifiestan estos tumores? Son de presentación muy variada: pueden ser duros, blandos, quísticos, de tamaño variable y con crecimiento rápido o lento en función del tipo de tumor. Pueden estar adheridos o no a planos profundos, y ser de presentación única o múltiple. No tienen predilección por alguna glándula mamaria en concreto, con lo cual, todas se pueden ver igual de afectadas, y en un 25% de los casos se observa ulceración en los nódulos. Al ser tan elevada la incidencia de malignidad, la metástasis por vía linfática en los ganglios regionales y finalmente en otros órganos como el pulmón, es muy frecuente.
Su diagnóstico se confirma mediante biopsia escisional, y además es importante realizar radiografías de tórax y ecografías de abdomen para detectar posibles metástasis. La aspiración con aguja fina para citología, no nos da un diagnóstico definitivo, pero nos ayuda a diferenciar de otros procesos como la mastitis o la hiperplasia fibroepitelial, donde las mamas se observan edematosas y de color rojizo. Ésta última aparece mayoritariamente en gatas jóvenes inmediatamente antes o después del primer o segundo celo, aunque también puede aparecer en gatas adultas. La citología también es importante para evaluar el grado de afectación ganglionar.
La principal forma de combatir estas neoplasias es con tratamiento quirúrgico y ha de realizarse cuanto antes, de ahí la importancia en su rápida detección. Debido a la malignidad de la mayoría de estos procesos, se recomiendan cirugías radicales, con amplios márgenes alrededor del nódulo, de unos 2-3 cm como mínimo. No están indicadas las nodulectomías, siendo la cirugía de elección la mastectomía completa, sobretodo si los nódulos miden más de 3 cm de diámetro. Si estuvieran las dos cadenas mamarias afectadas, se realiza mastectomía bilateral, dejando pasar unas 2-3 semanas entre una cirugía y otra, para favorecer la liberación de tensiones y una cicatrización óptima. Cuando exista metástasis únicamente está indicada la cirugía con fines paliativos (si los nódulos están ulcerados o excesivamente grandes).
La eficacia de la quimioterapia en las neoplasias mamarias no es muy alta, y sólo se recomienda como adyuvante post quirúrgico o tratamiento de las metástasis, siendo los quimioterápicos de elección la doxorrubicina y la mitoxantrona.
El tiempo de supervivencia de nuestra mascota una vez diagnosticado el tumor depende de muchos factores: edad, características histológicas del tumor, afectación ganglionar… Entre ellos está el tamaño del tumor: así pues, si mide entre 1-2 cm de diámetro, la supervivencia es de unos 36 meses; si mide 2-3 cm, 15-24 meses; y si es mayor de 3 cm, se reduce a 4-6 meses post-cirugía.
Con lo cual, es importantísima la rápida detección de nódulos mamarios y acudir inmediatamente al veterinario sin esperar a ver qué sucede. Y recuerde, si no tiene intención de cruzar a su gata, realice la OVH lo antes posible. Seguro que su mascota se lo agradecerá.

Raquel García Rodríguez. DVM.

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